Estas croquetas nos las hacía mi madre cuando eramos pequeñas... nos encantaban. Ahora las preparo yo y siempre que hago le llevo masa.
Desalo bacalao, depende del grosor pero suelen ser unas 48 h en agua fría y en la nevera, cambiando el agua cada 8 h
Transcurrido ese tiempo, meto el bacalao en agua hirviendo unos minutos. Esto lo hago para poder quitar la piel y las espinas con facilidad y poder desmenuzarlo. Lo reservo.
En una sartén honda, añado aceite (la misma cantidad que después utilizaré de harina) y rehoga una cebolla grande.
Cuando esté muy blandita, añado el bacalao doy unas vuelta para que coja temperatura y añado la harina hasta que se fría sin quemarse.
Voy añadiendo leche hasta que quede una pasta ligada sin grumos. Incorporo tanta leche como admita, así quedaran muy suaves.
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