Infusionar la leche con canela en rama, corteza de limón y azúcar.
Se deja templar y se introducen rebanadas de pan del día anterior. El pan tiene que empaparse bien de leche.
Se baten un par de huevos y se pasan las rebanadas del pan por él.
En abundante aceite de girasol se fríen por ambos lados. Se dejan enfríar y se espolvorea con canela en polvo y azúcar lustre.
Esto de madrugar tanto no es bueno... mira que ponerme ha hacer torrijas a las seis y media de la madrugada...
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